domingo, 17 de enero de 2016

Mi estilo de amor

Hasta ahora, estos nueve meses o 40 semanas habían sido todo un reto, de fuerza, de paciencia, un momento de mi vida lleno de incertidumbre, de miedo, de emoción  y un sin fin de cosas que te he venido contando. Pero no hay manera alguna de que yo pueda expresarte con palabras todo el torrente de emociones que vives al momento de dar a luz.
Los días previos tuve muchísimo miedo. Por mi cabeza pasaban tantas dudas sobre el parto, como seria? Lo podre hacer? Tardaré muchas horas?
Estarás bien? Y asi, un millon de preguntas que te rondan la cabeza. Pero creo que la que continua en mi cabeza desde que naciste ( y creo que estará allí hasta el ultimo día de mi vida) es: lo estaré haciendo bien?

Ahora pienso que eso jamas lo sabré. Y es que no hay madres buenas y malas, sino diferentes.  Hay días que somos buenas, hay días que somos malas y así todo el rato. Somos humanas. Ademas, para algunos seré una madre terrible porque llevamos doce meses de lactancia casi exclusiva; para otros seré una madre increíble porque la leche materna es lo mejor que puedes darle a tu hijo. Lo cierto es que tampoco me inquieta mucho lo que piensen los demás sobre nuestro estilo de vida. Yo simplemente decidí escuchar mi cuerpo, escuchar mis necesidades, escucharte a ti mi bebe, escuchar tus necesidades y eso nos ha llevado a vivir de la manera en que lo hacemos. Y sabes que? creo que no podemos ser mas felices. El colecho nos permite estar cerquita la una de la otra, que tengas mi calor, mi teta y mi amor sin tener que llorar; que te despiertes y te brote una enorme sonrisa tan solo de verme. Para mi eso es felicidad pura.

Que tengas tu teta cada vez que la necesites, si tienes hambre, sed, te sientes mal, o cualquier cosa que te pueda pasar, mami esta allí con su teta mágica y tu me regalas una mirada de paz y tranquilidad. Para mi eso es felicidad pura.

Y es que creo firmemente en el respeto y eso debe ser en todos los aspectos.  Para comer, para dormir, para jugar, en fin, para vivir. Te respeto mi bebe, y lo haré toda la vida.

lunes, 6 de julio de 2015

Sin pausa pero sin prisas.

Te cuento que me pase los últimos dos meses de embarazo pidiéndote que no te retrasaras, en vez de leerte cuentos y relajarnos juntas, pues tu mama te intentaba presionar para que, si era posible, salieras un par de semanitas antes. Que locura no? Es que la verdad estaba tan desesperada por conocerte que cada día que pasaba era un siglo para mi. Tenia fecha para el jueves 15 de enero del 2015. Y por supuesto, nunca faltan las historias de horror de otras  mamas a quienes se le retraso el parto hasta dos semanas mas; estaban para alimentar mis miedos sobre ese día. Lo cierto es que desde navidades ya yo sentía que estaba al limite. Había días en los que sentía mucho  malestar y hasta la matrona me pronostico que pasaría noche vieja en el materno. 

Y los días pasaron..... Y por mi cabeza solo pasaba el hecho de que podías incluso tardarte dos semanas mas... Y los días seguían pasando. Y llego el 15. Que paso? Que ese día tampoco naciste jejejeje. 

Pero ese día justamente te pedí perdón por presionarte tanto, y entendí (prematuramente) que tienes tu ritmo y tu, y solo tu decides muchas cosas de tu vida. Así que esto fue lo que paso: ese día en particular quise estar gran parte de el acostada descansando, papi y yo nos tomamos el día para ver un maratón de la serie favorita de papa ¨Juego de Tronos¨y yo prepare un gran tazón de ensalada de frutas (que era tu comida favorita por esa época). Fue un día de esos que recuerdas por ser muy relajados y tranquilos, porque no hubo nada que pudiera alterar nuestra tranquilidad y así, transcurrimos el 15 de enero. 

Sin embargo, no se si fue que te pedí perdón, que te gusto la serie, la ensalada o que simplemente te sentiste tan a gusto y relajada con nosotros en camita, que decidiste llegar al día siguiente. Me dejaste bien claro que no todo es como yo diga, que no puedo controlar tu vida como a muchas mamas nos gustaría, que no podía cometer el error de querer que fueras de una u otra manera, y que mi deber de madre es solo cuidar, guiar y acompañar. 

Y aquí esta mi consejo para ti, mi *mamatips... Muchas veces caemos en la tentación de querer que nuestros hijos sean de un tipo especifico. Que no lloren, que coman bien, que sean tranquilos, que duerman toda la noche desde muy pequeñitos, que sean una maravilla en frasco pequeño. Y lo cierto es que no es así, y lo mas importante de todo es que no podemos obligarlos. Si mi bebe llora o se despierta mucho, lo mas que puedo hacer es verificar que no sea por alguna necesidad o malestar. Lo demás no lo puedo cambiar y mientras mas tiempo tarde en aceptarlo, peor lo manejare. Yo acepte que los tiempos los marcas tu, porque al día de hoy me sigues demostrando que las presiones contigo no funcionan. 

domingo, 21 de junio de 2015

Sensaciones Verdaderas

El embarazo definitivamente es un punto de inflexión en la vida de toda mujer. Para mi, significo un estado de suma dependencia, donde me enfrente con mis miedos mas grandes. Nunca me gusto depender de nadie para hacer las cosas que me apetecían hacer y me resulto muy frustrante pedir ayuda muchas veces hasta para vestirme.Siempre he necesitado controlar casi todos los aspectos de una situación para sentirme tranquila y segura, y me resulto muy estresante solo poder verte y saber de ti una vez al mes. En fin, es un periodo en el cual eres obligada a soltar, a relajarte y dejarte fluir, que es incluso mas difícil que manejar sensaciones como la frustración y el estrés.
Recuerdo una conversación con una amiga a mitad del embarazo, donde ella me preguntaba si era de verdad tan maravilloso y especial como lo describían todas las madres; a lo cual respondí:  Pues no! esto es en realidad horrible!!! Lo que pasa es que te encuentras en un estado de ambivalencia total, donde en un extremo tienes todas estas sensaciones que son reales, mas los malestares, mas la presión de no aumentar tanto de peso aunque te provoque comerte una panadería entera, mas el insomnio y un sin fin de cosas mas; pero por el otro extremo estas tu, con tus manitas pequeñitas, tus movimientos al hablarte, los latidos de tu corazón y la promesa de que nunca jamas amaras a otra persona tanto como te amare a ti. Eso es lo que realmente pasa, que siempre la balanza se inclinara hacia ti.
Ahora, hay algo que si es cierto totalmente, y es que a los dos meses mas o menos de haber dado a luz, cuando ya las heridas han sanado, los nervios de los primeros días se han normalizado y tu te vas sintiendo cada vez mas segura y bajo control de la nueva situación, pues todas esas sensaciones se te olvidan y hasta el dolor del parto pasa a ser un sacrificio tan insignificante comparado con traer por fin al mundo al amor de tu vida.

domingo, 14 de junio de 2015

La Gran Noticia...

Por mucho tiempo retrase mis ganas de ser mama por diversas razones, creo que comunes en muchas mujeres de este tiempo, que creemos que debemos conseguir todas nuestras metas antes de ser madre. Por alguna razón se nos olvida la palabra conciliación. Esa era yo. Quería mil cosas antes de buscarte hija mía; quería tenerlo todo para ti, por lo tanto espere. Tenia metido en mi cabeza la idea de que me costaría encontrarte; pero para mi sorpresa creo que tu me estabas esperando.

Todo fue tan rápido que me costo asimilarlo al principio. La noticia llego un día de mi cumpleaños lo que hizo todo aun mas surrealista. Incluso antes de conocerme ya me estabas regalando una experiencia única.
Desde ese día sentí que mi vida estaba cambiando, que mi cuerpo estaba cambiando y que los nueve meses siguientes, o 36 semanas restantes de mi embarazo serian mágicas como todo el mundo me decía. Pero no fue así.
Mi embarazo fue muy normal, sin riesgo, problemas, ni nada de nada. Tuve muchas, muchas, muchísimas nauseas; pero mas nada. Pasaron los tres primeros meses y yo.... seguí con nauseas. Debo confesarte que, aunque estaba muy ilusionada no llegue a sentir la conexión ni la magia de la que habla todo el mundo.  Los últimos tres meses fueron agotadores porque estuviste sentada casi todo el embarazo y eso me producía dolor. Ibas camino a ser mi bebe cuco, no vendría otro mas!!!
Claro mama no se quedaba quieta tampoco, y es lo único que te puedo decir que me ayudo mucho. Caminar y caminar.... y aquí te digo lo único que puede hacer una madre si algún día decides ser una, no te asustes si no sientes la magia del embarazo, no te asustes si todo te parece abrumador, no te sientas culpable si deseas que pase rápido (a mi se me hizo eterno), ni te preocupes si te sientes frustrada porque no puedes ni atarte el cordón de los zapatos sola. Yo estoy convencida de que todo es parte de un entrenamiento pre mama, porque el miedo, el sentimiento de culpa y la frustración te acompañaran de ahora en adelante; sin embargo,todo lo malo del embarazo se te olvidara en el instante en que tengas tu bebe en tus brazos al fin.



lunes, 8 de junio de 2015

Primeros Pasos


Yo soy mamá pato, la que da hoy sus primeros pasos como bloguera, la que emprende una nueva aventura inspirada por el mas puro de los amores, la que descubrió de la mano de su bebe pato que no quería invertir ni un segundo mas de su tiempo en cualquier actividad que no girara en torno a su pequeña.

Supongo que esto no es nuevo en el mundo de la maternidad. Lo mas probable es que le pase al 99% de las nuevas mamas, y es que la llegada de un bebe remueve todo a tal punto que te cuesta entender como hiciste para vivir sin ella. En fin,  es una renovación total de perspectivas, metas, objetivos, visiones, opiniones y hasta creencias. Todo lo que creías hasta ahora, ya no lo crees. Y ni hablar de los sentimientos y sensaciones. Vamos, que es todo un viaje que emprendes para no terminar jamas. Te mueres siendo mama.
Por eso decidí crear este blog, porque quiero que no se me escape ni un solo detalle de mi fantástico viaje. Este proyecto tiene como finalidad compartir mis experiencias como mama pato, experiencias reales de una mama convencional, sin posturas ni cordura, compartirlas con otras mamas y todo aquel que quiera leer de mi viaje, pero sobre todo es para ti mi bebe pato, mi Antonella; quizás el día de mañana quieras leer los primeros pasos de mama en el viaje mas fantástico de su vida... Tu.